El dragon marino y la sirena

Publicado por Angelopolix 24.6.09

He aquí la historia de una terrible situación, todo comenzó cuando el enamorado corazón de una sirena al cruel dragón marino desafió, por lo que este respondió con un sádico “Te lo haré cumplir sin demora alguna” y la sirena sonrio, partiendo a su pequeña laguna.


Pero lo que el cruel dragón marino no razonó es que la sirena coquetona una segunda intención abrigó: queria tener la atención y poder así callar a su vociferante corazón. Mas el bribón no tuvo en ningún momento tal noción por lo que con su sonrisa macabra al pilar de la sirena se marchó, al no encontrarla, en un cómodo sofá se sentó a esperar al regresar la sirena, con una sorpresa se halló, La esperaba el dragón marino con una sonrisa mordaz y en su mente una poesía falaz.
Incitóse a la sirena a cumplir lo pactado y esta, valiente por fuera pero temerosa por dentro fue fiel a su palabra, y a las fauces del dragón se adentró mas en vez de encontrar lo que deseaba, solo se vió envuelta en el manto del dolor a sus narices solo llegó el terrible olor de la sangre y la piel quemada; con mil objetos el dragón la vejó desolada y con su terrible inicial grabada la dejó al darse cuenta del mortal fiasco que se llevó llena de dolor, en su cuerpo la alegría se hundió y las lágrimas en la nada de su alma se perdieron contento al ver como le dejó, el dragón marino rió echándole en cara que el desafiarlo idea buena no fue y con un burlón “Supéralo” el villano se despidió.
Pasaron los días, las noches y las tardes también pero la sirena, lejos de superarlo, se hundía aun más: el brillo en sus ojos se apagó y solo el vacío se vió en vez del sollozo del corazón roto, en vez de las lágrimas la risa mordaz, cruel y fría sus labios llenó y la misma fue la música que de su boca salió. A los pocos días, retornó el dragón otra vez y con una sorpresa se halló: encontró a la sirena envuelta en los brazos del jerez con sus ojos muertos y la boca con aroma a vino al principio el bribón estupefacto quedó, pues no sabía que tanto le afectaría lo que ocurrió mas tirándoselas de orgulloso, el dragón se abalanzó sobre la indefensa sirena, la cual reaccionó y un rodillazo lanzó golpeando en el vientre al muy tramposo dragón marino mas este, no queriendo darse por vencido, insistió y sus manos heridas apretó, inflingiendo aun más dolor y la sirena, la muy tristona razonó escapar como un peregrino de repente en la pelea, el dragón se miró las manos y cubiertas de sangre las encontró luego miró las facciones de la sirena y vió muerte en ellas así que sin pérdida de tiempo, las heridas trató de curar tal vez en el fondo el razonó que el dolor en ellas auténtico era aunque el muy soberbio, nunca osó confesarlo en medio de sus querellas Pero la sirena, perdia su voluntad de vivir, ni caso hizo en sus pensamientos se ahogó, y en sus labios la frase “Has perdido, dragoncito” se hizo y deshizo.


El dragón, sin darse por vencido la contradijo con un grueso “Déjate de tonterías, un pilar tienes que cuidar, y a un dios debes servir,¿Que diría el si te encuentra holgazaneando así?” sorda por falta de corazón, la sirena no escuchó y mucho menos razonó que era el modo del dragón instarla a vivir ya que lo poco que quedaba de ella pensaba en tan solo partir, trastornado ya el dragón ante la terquedad de la sirena en un último recurso pensó ya sin medir en las consecuencias en su mente entraría para poder medir las penas que allí moraban. Así lo hizo el dragón, sin darse cuenta ni por un segundo que estaba arriesgando y poniendo en juego todo un mundo por aquella sirena a la que el pretendía dañar a como diera lugar cuando finalmente entró, muchas cosas extrañas vió y entre ellas a dos sirenas gemelas morar una se parecía a la del mundo real, y la otra muy diferente era háblo el dragón con una, y la muy burlona al derecho y al revés le miró tras reírse y sus cadenas agitar, informó al dragón “soy su sombra, soy lo que quedó de ella después de ese día hasta hoy soy la que trae autodestrucción, autocompasión, cinismo y vacío en otras palabras, soy la que creaste aquella vez que tu crueldad me hirió no tengas el descaro de reírte y decir que es débil, nadie lo es tras quedar así”.

Sin salir de su asombro el dragón la escuchó y cuenta se dio que tenía que deshacerse de esta sirena burlona con deseos de muerte iba a lanzarse contra ella, pero sus grilletes la sirena agitó golpeándole de lleno en la boca y esparciendo sangre por doquier la risa macabra de ella llenó todo el oscuro recinto al ver al dragón caer “¿Alguna vez has sentido dolor, dragón del mar? ¿Alguna vez lo has sentido?”. El dragón se levantó, aturdido con aquel golpe, y la sangre de su boca limpió “Estoy acostumbrado a el, sirena estúpida y llorona” dijo burlón “Veo que después de todo, si sientes, al contrario de lo que dices y demasiado, me atrevo a decir, por lo que entonces te contradices ¿por qué no eres mas honesta contigo misma, eh?” inquirió, aun burlón pero la carcajada intensa se hizo, y el recinto volvió a llenar “Mira quien habla de honestidad…” Dijo ella, golpeándole sorpresivamente en la forzuda espalda, callando así la boca suya, mordaz e impertinente“¿Con que moral vienes a hablarme de honestidad, cuando tu eres el primer mentiroso?”.
La sirena, entre risas tétricas, fuertes golpes de cadena descargó sobre el dragón caído “tu quieres que regrese solo para ser tu perra como quieres, no por mi valor de soldado, así que he decir, con mucho gusto y disgusto, que tu “honor” esta muy raído” de repente, una voz tímida, gritó y la burlona sirena su pelea interrumpió era su verdadero yo, el cual ese mismo día despavorido corrió presa del dolor, llevándose consigo las lágrimas y risa de la sirena atónito, el dragón la miró, y vió que era diferente a la que tenía encima largo manto blanco la cubría, pero grandes manchas de sangre también en sus ojos brillaba la vida, y las preciadas lágrimas caían desde la cima “Sombra, detén esta pelea no tiene ningún sentido” dijo luego, con su rostro resentido e hinchado, al dragón miró tu provocaste que me fuera y que sombra tomara mi lugar… Mira esto, ¿Acaso es justo? y lo peor es que no pienso regresar tengo miedo, tengo terror de tus terribles manos le mostró la tela desgarrada y manchada de sangre “¿Ves esto?” el dragón a la manta manchada sus ojos dirigió luego su boca en una burlona y falaz mueca se retorció provocando que sombra riera y que el verdadero yo de la sirena llorara “Si de verdad deseas que regrese, jamás me tendrás de vuelta sombra en algún momento me matará, pues ella me sugiere ideas para morir y sorprendido te quedarías si vieses cuán imaginativas pueden llegar a surgir” no deseando en ningún momento mostrar su desesperación se levantó el dragón aunque algo trabajosamente, pues estaba muy aturdido y hacia el verdadero yo avanzó, sin mostrar ninguna vacilación y su mirada clavó en esos ojos, ya rojos y brillantes de llanto “no puedo creerlo… ¿Realmente… te herí tanto? pude haberte hecho mucho mas daño… Y lo sabes…” “Pues ya lo hiciste…” Susurróse el verdadero yo, sin vacilar “me heriste de muerte, y me temo que no lo “superaré” como dijiste” tras decir eso, una helada brisa sopló, estremeciéndolos a ambos “¿sientes eso?... Dragón del mar…” susurró “sal de aquí ahora… luego puede ser tarde… quedarás atrapado aquí, por siempre… y no existirá para ti ni el mañana, y ni soñar el ahora…”
Alarmado a más no poder, el dragón no pudo creer lo que el otro decía “no te creo regresa… no puedes… no puedes irte así…” A lo que el otro yo, respondióse con una sonrisa, temblorosa “no me temo que no puedo regresar, ya que sombra se ha apoderado de mi ser cuando caiga lo mas profundo de la noche, ese momento será para decir adiós…”“¿Qué tengo que hacer, para que regreses, sirena?” preguntó el dragón y el silencio se hizo entre ambos. La brisa helada volvió a soplar “nada” respondió el verdadero yo “ya no puedes hacer nada” “¡Demonios!” el dragón su paciencia perdió y haló por el brazo a la sirena “ ¡tu vendrás conmigo, lo quieras o no! ¡no pienso tolerar tu desobediencia!” pero la otra, en vez de alterarse, permaneció con una sonrisa, sin moverse “Dragón Marino… a la voluntad de vivir no puedo rendirle una reverencia…” la sirena prosiguió, con su voz suave, y tibias lágrimas rodando por sus ojos “a mis ojos, tu siempre serás el afortunado… por que siempre tendrás mi amor…… hasta el mismísimo fin, te dí lo mejor… pero tu, tu me diste… soledad… ” un portal, de grandes colores, se abrió detrás del dragón marino y el verdadero yo, entre lágrimas de dolor, le empujóse a él y susurró triste “pero a pesar de todo, Dragón Marino… siempre te amaré… por la eternidad…” millares de colores desfilaron por los ojos del dragón que caía, desgarrándose entre gritos por el infinito abismo que a la sirena devoró y que parecía el vacío mismo despertó luego entre fuertes jadeos, estertores y la frente afiebrada y con las palabras de la sirena sonando en su mente ya perturbada “siempre te amaré… por la eternidad…” cuando miró a su lado, con el cuerpo muerto de la sirena se encontró y sintió por primera vez las lágrimas sus ojos afilados punzar se había convertido en el asesino de uno de sus propios compañeros pero no solo eso… cuenta se dio que a extrañarle iba a comenzar conteniendo el llanto, y en brazos del lecho le levantó preparándose así para un privado y trágico funeral muy atrás del pilar, la laguna favorita de la sirena yacía en silencio e imperturbable, amén de fresca y cristalina mas el dragón lejos estaba de sentirse fresco y menos cristalino pues tenía que darle sepultura al marino que el mismo asesinó en brazos lo llevó y se acercó a la laguna, cuya imagen se reflejó y en ella el cuerpo depositó, dejando que el agua lo acogiera en brazos “Adiós” fue lo que el apenado dragón pudo decir su voz estaba ronca, pero de tristeza auténtica “A los brazos de tu amada laguna te traje de modo que en ella en paz puedas dormir y si vuelves en alguna otra vida, procuraré pagar todo lo que en esta pasada vida te hizo llorar” si, esta fue la historia trágica de la sirena y el dragón.

Nos enseña a que cosas nos llevan al desafío y al amor y trae además importantes enseñanzas para nuestras vidas ya que el amor no fenece ni en las tumbas, no hay amor sin dolor, puesto que ambas cosas vienen fuertemente reñidas nunca sabrás lo que tienes… hasta que lo pierdes…..

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La Mascota Inesperada " Draako"

Publicado por Angelopolix 20.6.09


Dicen que para resolver los problemas, el primer paso es admitir que se tiene uno … pues yo soy Joshy (sí, ése es mi nombre, pero no es el mayor de mis problemas) y admito que tengo un problema, el segundo paso es hablar de ello, así que ésta es mi historia:

Todo comenzó cuando tenía cuatro años y ví en televisión un programa de competencias caninas, por supuesto quedé fascinado y al instante le pedí a mis padres que me compraran un cachorrito, sin embargo, al vivir en un diminuto apartamento mis padres me lo negaron alegando que no había espacio, que yo era muy pequeño para sacarlo a caminar, que ellos no tenían tiempo, y claro, la frase que todo padre digno de llamarse padre usa: “es una enorme responsabilidad”; así que decidí pedirles algo más pequeño, un gatito, a lo cual me respondieron con la misma cantaleta agregando que los gatos no son muy buenas mascotas porque son muy huraños; entonces pensé bajar un poco más mis expectativas y pedí un hamster, desde luego que mi madre se horrrizó tanto con la simple idea de tener un roedor en la casa que de inmediato se trepó a una silla, se aferró a su falda y comenzó a gritar “¡un hamster no!”.

Yo seguía intentando y les rogué que me dejaran tener un par de pececitos dorados, pensé que ya los tenía asegurados pero mis padres me miraron de pies a cabeza y me dieron un rotundo ¡NO! A lo que respondí indignado con un muy buen dicurso, les dije que los peces no ocupaban mucho espacio, ni había que sacarlos a pasear, que tampoco comían mucho y que no ensuciaban, no hacían ruido, eran bonitos, no morderían los muebles y que no asustarían a mamá. Y su respuesta fué : “¡pues por éso! ¡los peces no hacen nada ¿cómo vas a tener unas mascotas tan aburridas?” .
Debo admitir que ésa respuesta nunca me la esperé, y que por ser tan originales y tramposos, mis padres habian ganado la batalla … pero no la guerra.
Ante tal escenario no me quedaba más que acatar sus órdenes … o jugar mi último as bajo la manga.
Así comenzó mi obsesión por tener mascotas; primero fueron unas cuantas hormiguitas que alimentaba en el alféizar de la ventana, pero luego de unos días fueron llegando más y más y más, hasta que el apartamento completo se convirtió en un hormiguero gigante y tuvimos que irnos a un hotel mientras fumigaban el lugar, porque además nos dijeron que entre tanta hormiga había unas caníbales de raza africana sumamente peligrosas … ¿cómo llegaron hasta el apartamento hormigas africanas? Aún no lo sé. Con éso debió bastarme para darme cuenta de que tener mascotas no era lo mío … ¡ah pero no! Yo estaba terco conque encontraría una mascota digna de mí.

Después de aquel día todo fue de mal en peor, porque cuando me encontré un ratoncito … o lo que parecía serlo, cerca de una alcantarilla, se me ocurrió llevarlo a escondidas a casa, pero al pasar de los días el ratoncito fue creciendo y creciendo hasta que un día al volver de la escuela mis padres me veían con ojos de furia cuando tuvieron que llamar a los cuidadores del zoológico para que se llevaran a mi ratón, que había resultado ser un canguro y que le había quebrado en tres partes la nariz a mi papá con tremenda patada cuando quizo entrar a mi habitación.

Después de dejar pasar un tiempo luego del desafortunado incidente, volví a las andadas, aunque ésa vez fue por pura suerte … mala suerte, porque al estar caminando por el parque me topé con un chico muy peculiar, con el cabello de colores y bien puntiagudo, gafas oscuras y pantalones de cuero, una camiseta agujerada y una chaqueta toda vieja y apestosa sobre la cual cargaba una guitarra electrica muy bien cuidada.
- oye niño-me dijo el extraño chico- ¿no podrías quedarte con mi gato? Es que me voy de gira y ya no podré cuidarlo, quisiera que encontrara un hogar en el que sea querido.
- ¡Seguro!-respondí más rápido que un rayo- … pero ¿si es un gato verdad? Digo no es un cachorro de tigre o de león o alguna cosa rara o sí?
- No, sólo es un gatito común y corriente. ¡Ah! se llama aullido, le gusta escuchar música y por favor ve que no le falte su leche …
- ¡Claro!-dije de lo más contento mientras me enfilaba a casa para cuidar al gato.
Desde que el chico me dijo el nombre del animal debí sospechar que algo raro pasaba ¿qué clase de gato se llama “aullido”?

Llegué a casa y muy cuidadosamente oculté al gato, y cuando mis padres se durmieron lo solté en mi habitación, el minino estuvo explorando un rato y cuando se se cansó se encaramó sobre el monitor de mi computadora y se quedó profundamente dormido, yo no dejaba de admirarlo y ya soñaba en que sería mi mejor amigo por largos años, y con ése pensamiento me fuí a dormir tranquilo; pero justo a las dos de la mañana el condenado gato me dejó saber porqué se llamaba aullido, se me trepó encima y comenzó su extenso repertorio de alaridos, aullaba como si lo estuvieran torturando, jamás antes había escuchado de un gato que aullara pero ahí lo tenía, lo cargué, lo acaricié para tratar de calmarlo y sólo empeoré las cosas, pues con cada segundo sus aullidos se hacían más fuertes y agudos, entonces pensé que debía tener hambre y corrí a la cocina a buscar leche, pero justo cuando tenía la botella en las manos mis padres se despertaron al escuchar al loco gato, y antes de que pudieran interrogarme o yo defenderme, el gato lanzó tal aullido que todos los cristales del edificio estallaron en mil pedacitos, aterrando a todos los vecinos, activando todas las alarmas de los autos y atrayendo a cientos de policías a mi casa.
Claro que no opuse resistencia cuando el ejército vino por el gato para ponerlo en un entrenamiento militar y usarlo como un arma aturdidora.

Sé que ahí debí aprender mi lección y quedarme en paz … ¡y por un tiempo lo hize! Pero cierto día fuimos de excursión a unas cuevas y escalando unas rocas encontré un pequeño huevo, por más que busqué no encontré el nido y se me hizo fácil llevarlo a casa, lo puse en una cajita y por días lo mantuve abrigado usando una lámpara, las semanas pasaron y el huevo seguía igual, pero seguí cuidándolo de todas formas, al llegar de la escuela me gustaba contarle de mi día y sé que suena tonto, pero pienso que me escuchaba; resulta que una tarde el cascarón comenzó a quebrarse y algo emergió de él … sólo que no era un ave, tenía alas, pero parecía una especie de lagartija, como no sabía que era me dirigí a la biblioteca, y luego de varias horas y docenas de libros llegué a la conclusión de que mi extraño amiguito ¡era nada más y nada menos que un auténtico y genuino dragón! Tenía un par de alas muy flexibles, brillantes y duras escamas, garras, colmillos, cola y con el paso de los días parecía que intentaba escupir fuego, de inmediato busqué toda la información que pude acerca de los dragones y me enteré de que adoran guardar objetos, sobre todo si son brillantes, y están obsesionados con comer rocas, que según creo las usan para poder escupir fuego. Como podrán imaginarse yo no sabía que hacer, por un lado sabía que no podría cuidar de un dragón en mi habitación y por otro … ¡era mi amigo! Así que decidí cuidarlo lo mejor que pude hasta que ya no tuviera más remedio que decirle a mis padres.

Junté cientos de rocas y las forré con papel aluminio y otras las pinté con colores metálicos para que mi dragón,que porcierto llamé Draako, se mantuviera entretenido mientras yo iba a la escuela, pero con el paso de las semanas Draako notó que aquellas rocas no eran un verdadero tesoro y una mañana cuando la casa estaba vacía se le hizo fácil meterse al guardarropa de mamá y tragarse todas sus joyas. Pero éso no fué todo, también su apetito se incrementaba y los emparedados de jamón y queso o jalea y crema de maní que le daba ya no le eran suficientes, así que también se comió todo lo que había en la despensa y el refrigerador … ¡se tragó el refrigerador completo! ¡con cubitos de hielo y todo! Y también un buen trozo de las paredes de la casa, que además resultaron ser de la piedra exacta que Draako necesitaba para escupir bocanadas de fuego … y como nunca antes lo habia hecho no pudo controlarse y chamuscó todo el apartamento, ése día cuando iba saliendo de la escuela y ví los camiones de bomberos ir a toda prisa por la calle supe sin ninguna duda que se dirigían a mi casa;así que con más miedo que otra cosa corrí hacia allá para encontrar a los bomberos y mis vecinos completamente boquiabiertos mirando a través del boquete en los muros cómo mi dragón se disponía a sentarse en el sofá a ver televisión como lo hacíamos todas las tardes.
- ¡Que alguien llame a la guardia nacional!-gritó una señora-
- ¡No!-dije yo a todo pulmón-¡Draako no es malo! Sólo es un bebé dragón …
Cuando Draako escuchó mi voz se alegró tanto que salió volando a toda prisa para encontrarme sin darse cuenta que en su desenfrenada carrera volteó el camión de bomberos, abrió otros dos enormes boquetes en el edificio,aplastó los autos de mis vecinos y nos chamuscó a todos un poquito dejándonos sin cejas.
Como ya podrán imaginarse la ciudad entera, incluyendo a mis padres estaban sumamente furiosos conmigo y con Draako, claro está, y aunque el dragón sigue siendo mi amigo ahora vive en el campus de la universidad, donde puede volar a sus anchas y es vigilado por los mejores y más reconocidos científicos … y yo … pues tengo que trabajar todos los fines de semana vendiendo las hamburguesas al carbón que prepara Draako para poder reparar todos los daños que causó, causa y muy seguramente seguirá causando.
Que mi historia sirva de lección para todos aquellos niños que se empeñan en no escuchar los sabios consejos de sus padres; porque sin duda alguna tener una mascota ¡es una enorme responsabilidad! No importa si estamos hablando de unos pececitos, un gato o un perrito … y mucho menos de un dragón que apenas está aprendiendo a ser dragón.
Yo soy Joshy, sí, ya sé … pero ése no es mi mayor problema ¡porque mi mascota es un dragón!

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Tien Ti - El Dios Dragón del diluvio

Publicado por Angelopolix 16.6.09

Hace mucho tiempo, en la época perdida del olvido, habitaba un dios llamado Tien Ti. Un día, observando a la raza de los hombres que poblaba la primera Tierra, se dio cuenta de que esos seres, débiles e indefensos, poco a poco, iban aumentando su conciencia de poder sobre todo lo que les rodeaba.
-Insensatos -pensaba Tien Ti con pensamientos que cubrían los cielos de nubes negras-. Creés que por parecerce a los dioses pueden ser iguales a nosotros. En vez de humillarse, en lugar de reconocer su ignorancia para recibir nuestra sabiduría, se estiran por encima de nuestros perros, y montán nuestros caballos, y talán nuestros árboles para construir moradas bajo el techo de todos.
¡No sabén lo que les espera! Y Tien Ti se retiró durante mil años a meditar el castigo que debía imponer a la raza rebelde. Durante ese tiempo los seres humanos crecieron a la par en soberbia y estulticia, y cuando Tien Ti regresó no pudo hacer otra cosa que ejecutar el castigo que había ideado: -Nada más que piel y huesos son los hombres, borremos su mundo, pues nada aporta al Bien, la Verdad ni la Belleza. Y lanzando un suspiro, desató todas las fuerzas de los cielos contra la primera Tierra, y convocó las aguas del Diluvio, y no quedaron lágrimas en la morada de los dioses, y la lluvia azotó durante otros mil años el mundo de los hombres, hasta hacerlo desaparecer.
Pero Yu, el Dragón emperador, despertó de su eterno sueño celeste. Y se compadeció de los hombres, pues aún veía en ellos el rescoldo de una chispa de sabiduría, y rogó a Tien Ti que les perdonara. Entonces Tien Ti accedió al ruego de Yu, pues grande era su poder y sabia su voz. Y llamó a la Tortuga.

El Dragón Yu y la Tortuga recorrieron el mundo para rehacerlo durante trece años. La Tortuga llevaba sobre su espalda una Tierra Mágica, y allí por donde pasaba, el suelo se asentaba y la cálida tierra lo cubría. Pero la Tortuga creaba montañas sin valles y cumbres sin llanos. El Dragón sabio entonces, fue tras la Tortuga surcando los aires, y utilizó la punta afilada de su cola serpentina como un yugo, y dibujó las líneas de los ríos, y encauzó las aguas, y creó un tapiz maravilloso con valles fértiles donde los humanos pudieron habitar. Y por último, con su cola de serpiente, Yu desvió el Río Amarillo y precipitó sus aguas en el abismo, para alejar la amenaza de la inundación. Aún realizó muchas otras hazañas Yu, al que llamaron el Grande.
Y sólo contaremos una más: Como viera que los hombres vivían felices, pero cada uno habitaba lejos de su vecino, adoptó la forma del oso, y con sus tremendas garras de afiladas uñas hendió las montañas y creó los caminos. Y cuenta la leyenda que Yu, el Dragón emperador, trazó los ríos y los caminos según las líneas de las letras de una antigua lengua, y que desde lo más alto del cielo pueden leerse aún las palabras mágicas de la Creación que quedaron escritas en la tierra para siempre…..

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